And if we were to madness together?

¿Y si todos quisiéramos ir juntos a la locura? Es decir, ¿y si todos rompiésemos un día con las reglas de lo sensato, lo políticamente correcto, lo que todo el mundo espera que hagas? Claro está, sin salirnos de la legalidad y sin hacer daño a nadie -a ese punto no llego todavía-, pero sí alejándonos de las reglas sociales establecidas. ¿Acaso no sería eso grandioso? Imaginarse a la gente diciendo lo que realmente piensa -al más puro estilo Dr. House-, rascándose el culo cuando le pica -Nadal como buque insignia de ello- o sacándose un moco porque sí -¿vale aquí el moquete de los conductores en los semáforos como ejemplo?-... jejejejeje... sería algo pintoresco, pero haría ese día distinto, y la diferencia, lo diferente, es tan difícil de conseguir.. Desde hoy, deberíamos proclamar el Día Internacional de la Locura Transitoria, ese alegato tan utilizado para escusarte de algo que realmente querías hacer pero que no es socialmente aceptado... Simply Amazing.

Llevo un par de días volviendo a ver Doctor en Alaska. ¿Qué tendrá eso que ver con que salga yo ahora diciendo todo eso de 'vamos a volvernos todos locos'? Je, je,... pues la verdad es que bastante más de lo que imagináis. Doctor en Alaska no es sólo una de las mejores series que ha dado la televisión, sino que, además, está ambientada en mi idolatrada, adorada, estimada y ansiada Alaska, ese paraiso en el que, si alguna vez en la vida decido desaparecer, me encontraríais. Amo Alaska, es por ello que siento una cierta predilección por todas las series que se ambientan en esas maravillosas tierras -aunque luego su lugar de grabación sea un triste estudio en una tópica California-. Bueno, el caso es que un lugar como Cicely (Northern Exposure) o Elmo (Men in Trees), al más puro estilo alocado y pequeño de un pueblo como Stars Hollow (Gilmore Girls) consigue llenarme la cabeza de esas locuras que en esos pueblos de ficción llaman costumbres, y siempre me entran ganas de romper las reglas del juego, de hacer algo de lo que luego seguramente pediré disculpas....pero de lo que nunca me arrepentiré. Qué pena que al final sólo me quede en casa, con una sonrisita maliciosa en el rostro y sin haber hecho nada de nada... Aunque esta vez, al menos, lo comparto con vosotros.

Existe un común denominador en varias de las series o películas ambientadas en Alaska: el deshielo o la llegada de la primavera. En todos esto productos audiovisuales se comparte la idea de que en esa época, durante un día o dos, la gente se vuelve un poco loca.... O le da por estar sexualmente muy excitada, o siente deseos remotos, o le da por pelear, por llorar, por... no sé, lo que viene a decir es que los sentimientos están a flor de piel y el cuerpo vive unos días de desconexión con la realidad que ni siquiera la mente es capaz de controlar.... Y, la verdad, es que la locura alcanza su exponente máximo y la gente, después, no alega locura transitoria, sino que lo relaciona todo a la llegada de la primavera...

Pero, qué más dá... ¿Importa eso acaso? Yo quiero ver a gente correr desnuda en medio de una helada, quiero ver besos apasionados entre personas inesperadas, quiero ver a la persona más sensata tener fantasías sexuales con su vecino o su mejor amigo,... Yo qué sé, lo que sea que suponga una pequeña locura para cada uno. Pero me gustaría mucho verlo y, mucho mejor, participar en ello....

El día del deshielo pasa, la locura transitoria termina, pero en el recuerdo siempre queda ese reposo de felicidad maliciosa y provocativa que normalmente no sacamos a pasear, condenándola al ostracismo, ocultándola en algún rincón de nuestra alma.

Así que si alguien se anima al Día Mundial de la Locura Transitoria, que cuente conmigo, me gustaría dar un paseo [;)].