Thanksgiving Day - Acción de Gracias

Los que me conocen saben que soy una enorme habladora -y lo de enorme es literal-. El caso es que, hablando y hablando el otro día con alguien -no me preguntéis quién pues no me acuerdo- reflexioné, entre mis muchos temas de conversación, sobre el tema de la globalización y de cómo en muchos países terminamos adoptando fiestas, palabras, expresiones, costumbres, etc, etc. Creo que era sobre un tema de Halloween o algo de eso. La conclusión a la que quiero llegar es que en realidad adoptamos lo que nos da la gana. ¿Por qué celebramos Halloween y no Thanksgiving Day -Acción de Gracias-? A mí, personalmente, siempre me ha parecido más bella una fiesta en la que agradecer, pasar tiempo con la familia o los series queridos, hacer una comida especial y cosas así, que una fiesta en la que los niños se disfrazan y van saboteando las casas en busca de caramelos. Aunque, para qué mentiros, me gustan las dos. Fiestas Siempre y Todas. [:)]

Además de un auténtico taladre debo decir que otra enorme característica me persigue: la curiosidad. Y, cuando se acercan determinadas fiestas me da siempre por investigar de dónde salen sus celebraciones y del por qué de algunos rituales. Es muy llamativo después saber determinadas cosas, te ayuda un poco a comprender mejor su significado.

No soy adepta a ninguna religión, no sigo ninguna y no sé si existe un Dios que lo controle todo y al que todos lloramos para pedirle por un mundo mejor. Creo, tengo fe, pero a ninguna religión. Pero ello no quita que, a pesar de que Acción de Gracias es una fiesta eminentemente religiosa, sea de las que más me gustan. Es más, es una de las tradiciones USA que más me llaman la atención. Creo sencillamente maravilloso que la gente de una familia se reúna, año tras año, para estar junta, dar las gracias por lo que han vivido o están por vivir y bendecir a todo el mundo. Creo que es una fiesta con un espíritu muy positivo que, como ocurre siempre, no debería encerrarse sólo y exclusivamente un día del año. Pero los humanos somos así, lo que es especialmente lindo y positivo para todo el mundo lo dejamos para escasos días contados.

A los extremadamente religiosos anglicanos que lograron escapar, en la embarcación Mayflower, de la horca, allá por el año 1620, no les dejaron muy claras las intrucciones de supervivencia en el Nuevo Mundo (América). Cuando desembarcaron en la colonia de Plymouth Rock, Massachussets, el frío, el hambre y el escaso conocimiento del terreno les condenaron al destino del que habían huído. Con la muerte acechando por doquier vieron en la ayuda de los indígenas Wampanoag un designio divino por el que debían estar eternamente agradecidos. Los Wampanoag enseñaron a los colonos cómo podían plantar maíz para poder alimentarse de él, una planta de la que nunca habían escuchado antes. Tras la excelente cosecha, estos 'pilgrims' -como así se les conocía- no pudieron más que atribuir dicho milagro a la intevención divina, y se mostraron eternamente agradecidos a los indios.

La leyenda narra que un año más tarde, en noviembre, la recogida de la cosecha fue enorme y todos los colonos estaban tan entusiasmados que, como agradecimiento, invitaron al Gran Jefe y a 90 indios de su tribu Wampanoag a cenar junto a ellos. En la cena cada uno aportó lo que sabía cocinar, centrándose en productos del maíz, la calabaza, arándanos y pavo relleno. Esa fue la que es conocida en EE.UU. como The America’s First Thanksgiving. La primera cena de hermandad entre indios y colonos.

Hasta aquí yo seguía pensando que era una historia mágica y que cada vez me gustaba más y más la fiesta de Acción de Gracias. Pero, claro, con el ser humano y su enorme capacidad destrictuva, algo negativo tendríamos que encontrarnos en la historia... Un final feliz es tan, tan complicado. Pues, sí, como nosotros los europeos nos creíamos los Masters del Universo, por eso de ser el Viejo Conteninte y tal, pues conforme fuimos invadiendo más y más las tierras de Massachussets y de toda América, y no vivimos ese milagro que indios y anglicanos presenciaron en el invierno-primavera de 1621, pues no tuvimos ningún tipo de pesar a la hora de exterminar y terminar con cada uno de los indígenas que se ponían en nuestro camino. Esos indios a los que invadimos y nos recibieron con ofertas de ayuda a pesar del rencor, fueron pasto de la enorme crueldad del ser humano.

No es de extrañar, por tanto, que cuando los americanos celebran Acción de Gracias el 4º jueves del mes de noviembre en conmemoración de aquella primera festividad, aunque cada vez más se atribuya esta festividad a la idea de una buena cosecha, los indios lo que celebren sea el llamado Native’s American’s National Day of Mourning (Día Nacional de Luto de los Indios Nativos Americanos).

A pesar de todo ello, de no ser creyente, de pensar que la historia de esta festividad en cierta parte apesta, no puedo pasar el día sin Dar las Gracias por un millón de cosas. Primero y más importante, por la familia que tengo, por la madre que me parió,por los amigos que tengo, los que he conocido hace poco, los que conozco de toda la vida, los que conoceré en un futuro, por mi Luli, mi Chutuno y mi Gañanín, aunque son tres perrillo de distinta índole -jejejeje-; por ese pedazo de hermano y cuñada que pronto me darán un sobrinillo y, por ese padre que, aunque no esté, está tan presente en mí cada día. Por los placeres que da la vida, tanto corporales como espirituales, por el trabajo que todavía conservo.. Ay, ay, que se me olvida, por la comida, toda ella, todo me gusta, por la invención de Internet, por darme la capacidad de poder expresarme y de acceder al maravilloso mundo de las series, así como darme a conocer a gente maravillosa que me acompaña día a día y que tan importantes se han convertido para mí, ellos saben quiénes son... esa Esparta mía, esa Esparta nuestra,.. por... Por vivir... Gracias por la vida que me ha tocado vivir que, a pesar de sus pesares, no cambiaría por nada del mundo. Por todo, por dejarme poco a poco aceptarme tal y como soy, por seguir creyendo en las personas, por las experiencias que estoy viviendo, los sitios preciosos que estoy conociendo, por vivir en la Millor Terreta Del Món, por...... mil cosas que seguro se me olvidan.

¿Qué a quién demonios le doy las gracias si no creo en Dios? Pues, es complicado, la verdad. Pero, digamos que le doy gracias a La Tierra, por dejarme vivir en ella y experimentar todo lo que es capaz de ofrecernos. Buena solución, ¿no? Si todos fuésemos un poquito agradecidos seguramente no estaría la pobre experimentando esos cambios que puede que la terminen dañando.

En fín, que me lío, que hoy sólo quería daros las gracias por compartir cosas conmigo....