Primer contacto con el 2009

Odio la Nochevieja. Puede resultar un tanto contundente y ciertamente extraño, pero la verdad es esa. No me gusta la última noche del año, lo que me apasiona es el día siguiente, el de Año Nuevo, el mejor, sin duda, para madrugar y disfrutar de lo que tu ciudad te ofrece en muy contadas ocasiones: tranquilidad, sosiego, paz, calma, naturaleza y, si vives en Alicante, sol y buena temperatura.

Llevo años, sí años, sin salir en Nochevieja. Los motivos son muy variados pero el principal es que ver tantísima aglomeración de gente borracha intentando que esa noche no sea decepcionante, como muchas veces suele ser, y bebiendo en proporción a la búsqueda de su objetivo, suele ser una fotografía tan pintoresca y poco recomendable que, desde hace tiempo, prefiero no participar en la misma. Ello me ha proporcionado una visión mucho más familiar, tranquila y dulce de este día, lo que al final está haciendo que la nochevieja y yo retomemos relaciones perdidas hace tiempo, y eso, al menos, me satisface.

Lo que más me gusta de la fiesta del último día del año es que, a pesar de los pesares, solemos aferrarnos a nuestras tradiciones que, por tontas que puedan parecer, dan identidad a nuestra sociedad, a nuestra tierra, a nosotros. Tomarnos las 12 uvas todos al mismo tiempo y brindar con sidra, cava o champagne -ahí cada uno a su bola yo, personalmente, lo suelo hacer con coca-cola light o, en su defecto, mosto :) - justo al finalizar las doce campanadas, desear feliz año a los que tienes cerca y disfrutar del chocolate con churros o porras al día siguiente creo que es algo simplemente mágico.

Muchas veces no valoramos esas señas de identidad tan importantes y tan sanas... Así que, aunque sólo sea por las uvas, el chocolate, los churros, las porras, el confetti y la felicidad -a veces algo forzada- de la última noche del año, merece la pena todo el alboroto que se forma en relación a Nochevieja.... ¿No creéis?

Hoy 1 de enero de 2009 las calles de mi ciudad me han dado la bienvenida al año nuevo extrañamente vacías, la gente cuyos propósitos de cara al 2009 eran hacer ejercicio y ponerse en forma no han perdido tiempo y, desde primera hora de la mañana, han apostado por el footing, las familias con sus peques todavía en edades no aptas para trasnochar dan paseos, felices, ausentes, parece irreal pero este día te invita a eso: no hay problemas el día 1 de enero. La gente con sus perros, entre las que me encuentro, aprovechan para llevarlos sueltos, verlos correr, jugar, disfrutar, oler, dejar seña,.... qué bonito es poder disfrutar tanto de tu barrio, de tu ciudad, de tus vecinos y, más aún, de tu familia...

Lo peor a estas horas... que dentro de poco me tocará comer los restos de ayer los que, como podéis imaginar, siguen siendo casi tan abundantes como ayer... Comer, beber y ser feliz... ¿A quién no le gusta la Navidad?

Todo esto era para desearos un 2009 lleno de felicidad, trabajo, salud, amor y mucha paz interior, imprescindible para aguantar los 365 días que tenemos por delante...

Paz y Amor para todos en el 2009